viernes, 29 de julio de 2016

[Butterfly] 16. Obsesión



XVI. Obsesión


Es viernes y el entrenador tiene la idea de que deben nadar más que los otros días porque tendrán todo el fin de semana para descansar. A Erica le duele la espalda después de nadar 1000 metros seguidos en mariposa. Voltea hacia Marisol, que aguantó valientemente los primeros 500 metros y los otros 500 la siguió en crol, y le sonríe. La pequeña parece cansada pero le devuelve el gesto.

Erica no sabe en qué momento comenzó a latirle el corazón más rápido con el simple hecho de mirarla.

―¿Cómo estuvo? ―le pregunta.

―Horrible. ¿Haces esto cada viernes?

Erica niega con la cabeza.

―A veces nadamos más ―se alza de hombros―. Es la obsesión del entrenador.

―¿Hacerlas nadar distancia?

―Hacernos sufrir.

Marisol pone una expresión de disgusto que no puede superponerse a la de cansancio durante mucho tiempo.

―¿Es lo último del día? ―la voz de Marisol suena esperanzada y Erica no puede evitar soltar una risita.

―Sí, creo que tenemos 5 minutos para relajarnos.

―Genial. Quiero relajarme en ese mismo lugar, sin moverme ni nada.

El corazón de Erica late aún más rápido. Cada vez que le pasa eso se pregunta si está bien sentir esa incomodidad en el estómago y ese dolor en el pecho cuando está con Marisol.

―Mejor demos otras vueltas para enfriar ―dice mirando fijamente a Marisol, que parece sonrojarse.

―Bueno…

Erica se sumerge en el agua antes de que Marisol pueda decir nada más. Hay tantas cosas que en ese momento le da miedo saber… Intenta concentrarse sólo en el agua abriéndole paso con cada brazada.

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