martes, 19 de julio de 2016

[Butterfly] 11. Tabaco



XI. Tabaco


Siempre lleva una cajetilla de cigarrillos en la bolsa más oculta del bolso deportivo pero no ha fumado en por lo menos un año. Sin embargo, en ese momento, después de despedirse de Marisol y de comenzar a caminar intentando parecer relajada y tranquila, siente que necesita uno.

Busca la cajetilla con lentitud y sin dejar de caminar. Siente deseos de voltear hacia atrás para asegurarse de que Marisol ya giró en alguna esquina o de que por lo menos no está viéndola pero se contiene. ¡Dios, se siente tan tonta y avergonzada!

El calor le sube a la cara al recordar cómo se comportó hace algunos minutos cuando le pidió a Marisol que entrara en el equipo de competencia. ¡Si hasta parecía una declaración de amor…! Contiene un gemido de frustración al visualizar la escena y verse tan emocionada y contenta, tan diferente a como es habitualmente. Nunca usa tantas palabras en tan poco tiempo y en ese momento simplemente se deslizaron de sus labios.

Reprime un grito cuando encuentra la dichosa cajetilla y cae en cuenta de que no tiene encendedor. Ya había olvidado que había decidido no llevar nada con qué encender los cigarrillos para no caer en la tentación. Lamenta esa estúpida decisión, le vendría tan bien un poco de tabaco...

¡Arg! Tiene tantas ganas de esconderse, de llorar, de gritar y de jamás volver a comportarse así. Nunca antes se había sentido tan tonta. Pero es que Marisol nada tan bonito, con tanta elegancia que... no puede evitar sentirse emocionada con la idea de nadar con ella. Y ahora lo quiere tanto que incluso duele. Se lleva las manos al pecho y se concentra. No sabe en qué momento comenzó el dolor pero ahí está, persistente e insoportable.

Por fin se detiene y se sienta en la banqueta. Respira profundo. Se dice que debe dejar de pensar tanto las cosas. Oculta la cara en las manos y se queda en esa posición. Se irá cuando se convenza de que todo está bien.

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