miércoles, 27 de agosto de 2014

Secretos

Secretos que se esconden en su almohada cuando entierra la cara en ella para aguantar el dolor. Pero no el dolor de la fusta que se estrella en su espalda, sino el que le oprime el corazón cuando piensa que a ella le gusta su dolor.

Muerde la almohada para no pensar, para evitar llorar cuando sus manos frías rozan las marcas rojas que ellas mismas causaron. "Rebeca", intenta decir, pero las palabras se atragantan en su garganta víctimas de la opresión.

 ¿Feliz ahora? cuestiona Rebeca con voz suave, tranquila pero sensual, controlada porque sabe que está a cargo.

 Sí murmura tal como ella le enseñó, mostrando lo débil que es.

 Bien, ven acá.

Y ella obedece. Se da la vuelta, ignorando lo mucho que le arde la espalda, y ofrece su mejor sonrisa, la que le enseñó a usar en esas circunstancias.

 Te quiero se le escapa. Se supone que no debe decirle eso, no en esos momentos.

Se da cuenta de la mano que le golpea la mejilla cuando el ardor se extiende hasta el cuello. Contiene las lágrimas involuntarias que se le han acumulado en los ojos y se obliga a darle otra sonrisa.

 No lo olvides le pide casi con amabilidad.

Le hace caso. Después habrá tiempo para arrumacos, después será...

No hay comentarios:

Publicar un comentario