sábado, 31 de mayo de 2014

Olor a suciedad

¿Por qué nos pasan estas cosas a ti y a mí si nunca le hicimos daño a nadie? No sé por qué estás en cama, pálida y cansada, condenada a tener una aguja en la vena. Tampoco sé ya lo que me impulsa a estar aquí, a tu lado, trayéndote el poco de comida que eres capaz de masticar y el cómodo para que puedas ir al baño. Debe de ser amor, pero mi pecho se siente agotado, vacío, como si ya no quedaran sentimientos en él.

Recuerdo cuando éramos más jóvenes e imaginábamos que viviríamos tranquilas, felices y sin preocupaciones. Nos queríamos casar en la playa para meter los pies en la arena húmeda y aprovechas la brisa del mar para refrescarnos. Soñaba con tener una casa pequeña pero cómoda, dos gatos negros y un jardín lleno de plantas.

Luego nos enfermamos, una detrás de la otra. A ti te dio cáncer de pulmón y a mí depresión. Me quedé a cuidarte y ya no sé cuánto tiempo llevo haciéndolo. No fue justo de ninguna manera, ni para nadie. Todos nos abandonaron, se dieron la vuelta como si nosotras no existiéramos, y nuestros sueños, ilusiones y anhelos se cortaron de raíz. No hay casa, ni gatos, ni jardín, mucho menos boda en la playa. No hay más que medicamentos, suciedad, enfermedad...

De verdad no sé por qué nos pasan estas cosas, sólo espero que terminen pronto porque mi amor no va a aguantar mucho más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario