domingo, 16 de marzo de 2014

Ojos claros

Edith era su amiga, pero no su mejor amiga, de lo contrario jamás se le habría ocurrido pedirle que saliera con ella... Y tal vez tampoco se habría enamorado de ella. Podría haberse evitado muchos asuntos dolorosos.

— Ya no quiero andar contigo anunció esa mañana.

Y ella lo lamentó profundamente, porque Edith era como una diosa. Incluso era rubia y tenía un par de ojos claros que le robaban el aliento. Pero ese día, a pesar de todo el dolor que sentía, también sintió alivio. Alivio porque nunca más tendría que gastar su dinero en caprichos de su amiga, porque no estaría condicionada por su estado de ánimo para salir, porque podría enamorarse de otra persona.

Edith ya no era su amiga. Y como no podía hacer nada más, se dedicó a sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario