Llamó
casi por error, porque sus manos habituadas así lo habían decidido. No esperó
que contestara ella, su ex novia.
-- Buenas noches.
Con sólo escuchar su voz, la piel se le enchinó. Su cerebro comenzó a procesar emociones, lo cual le impidió tomar cualquier decisión racional en ese instante.
-- ¿Diga?
Volvió a oír su voz. Su dulce voz. Parecía desconcertada porque nadie hablaba. ¡Pero no podía hablar! De la nada, el impulso de colgar el teléfono tomó el control y así lo hizo. Se dejó caer al piso, temblando. No sabía si era miedo o amor, pero estaba segura de no querer volver a hablar con su ex.
-- Buenas noches.
Con sólo escuchar su voz, la piel se le enchinó. Su cerebro comenzó a procesar emociones, lo cual le impidió tomar cualquier decisión racional en ese instante.
-- ¿Diga?
Volvió a oír su voz. Su dulce voz. Parecía desconcertada porque nadie hablaba. ¡Pero no podía hablar! De la nada, el impulso de colgar el teléfono tomó el control y así lo hizo. Se dejó caer al piso, temblando. No sabía si era miedo o amor, pero estaba segura de no querer volver a hablar con su ex.
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