martes, 25 de junio de 2013

Hoja de papel

Se le estaba rompiendo la última parte que quedaba en pie de su corazón. Sentía cómo algo cortaba en su interior, dañando, como una hoja de papel de proporciones monumentales. No estaba segura de si sería la última vez que hablaría con la mujer con la que estuvo por años, pero a todas luces parecía una despedida sin demasiada nostalgia. El papel seguía abriéndose paso por su piel...

Se enteró que la otra lloraba y las cortadas se volvieron profundas, sangrantes. La sangre la inundó por dentro, la llenó, la hizo suya. El dolor se hacía más fuerte por momentos pero debía estar consciente de que era lo mejor... para las dos. La separación era inminente. Dolía, lastimaba y, sobre todo, cortaba. Los nuevos cortes profanaban sus antiguas heridas. Le dio las gracias, la abrazó, se besaron en los labios despacio.

-- ¿Ya se te quitaron las ganas?

-- La verdad es que no.

-- Entonces nos volveremos a encontrar --murmuró.

Ambas se dieron la vuelta y dejaron que sus vidas se separaran. La hoja de papel llegó más hondo y en ese momento supo que las cicatrices nunca se borrarían.

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