jueves, 25 de abril de 2013

Reencarnación

Le estaba contando que su novia era una malagradecida. Le había dado techo y comida cuando más lo necesitaba y se lo pagaba negándole unos pesos para pagar la cuenta de la luz que, por cierto, ella también usaba.

Hablaba mucho y ella comenzaba a perder el hilo de la conversación. Después de dos horas y media, sólo captaba palabras sueltas: maldita, negarme, así, atreve.

Esa mujer, que hablaba sin parar, era su mejor amiga. Se llamaba Mónica. Llevaban diez años de ser amigas y a ella le gustaba desde hacía quince. Mucho tiempo. Como era de esperarse, nunca se lo había confesado.

Tampoco le había dicho que era lesbiana, prefería fingir una inexistente heterosexualidad.

Para apoyar su versión, había conseguido un novio con el que sufría sistemáticamente con el fin de aumentar el realismo de la situación. Nunca tenían sexo con la excusa de querer llegar virgen al matrimonio.

Mónica le creía. Le daba consejos y la abrazaba cuando estaba triste. Era bueno ser la mejor amiga aunque en el fondo dolía saber que nunca podría tenerla. Ni siquiera había espacio para la resignación.

― Si yo tuviera una novia tan bonita como tú, le daría todo lo que tuviera… y hasta lo que no ―le había dicho en más de una ocasión al escuchar sus quejas y consolar sus llantos.

Mónica nunca lo notaba. Se mantenía enfocada en sus problemas y en la eterna amistad. Y por más que ella hiciera comentarios con claras insinuaciones, nunca surgía algo concreto.

De pronto, sintió que le tocaban el hombro y, al salir de su ensoñación, vio a Mónica sonriendo con los ojos cristalinos.

― ¿Qué? ―murmuró tratando de que su amiga no creyera que no le ponía atención.

― Que por eso me gustaría estar contigo. Pero tú ya tienes novio.

Ella cerró los ojos y sonrió levemente. Eso no podía ser. Su amistad se arruinaría o algo así. No estaba destinado a pasar. Contuvo las lágrimas y abrazó a Mónica.

― Tal vez en nuestra siguiente reencarnación.

Mónica comenzó a llorar con fuerza. Sabía que era porque no creía en la reencarnación.

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