martes, 8 de julio de 2014

Resignación

Soñar que la besas y que te corresponde. Que se abrazan con fuerza hasta querer desaparecer en la otra. Que las lágrimas se evaporan cuando sus dedos las tocan. Que es magia lo que se mueve alrededor y luces y colores, y miles de corazones latiendo al unísono, igual que el de ustedes.

Despertar y estar sola. Encontrar el otro lado de la cama sin deshacer. Llorar en silencio y lamentarte una y mil veces por haberla dejado ir. Recordar caricias lejanas, amores olvidados, corazones intactos en un momento y destrozados en el otro. Decir, gritar, maldecir, romper el cristal teñido de azul que solía ser parte de la ventana. Sangrar, evaporarse y quebrarse hasta dejar de ser.

Abrir los ojos y recordar. Resignarse, se ha ido. No hay frase de buenos días. Y simplemente te dices que debes seguir adelante aunque no estés del todo convencida.

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