viernes, 4 de julio de 2014

Agradecer

Te dije que me iba porque ella era mejor que tú en muchos aspectos. Te expliqué que prefería dejarte antes que engañarte ya que no me gusta el juego sucio. Pero preferiste no escuchar, taparte los ojos para no encontrar lo que estaba frente a ti. Impediste que me fuera cuando decidí tomar mi minúscula maleta de viaje, empacar mis pocas prendas y alejarte de la vida que habíamos construido. Lloraste, me amenazaste, me chantajeaste y me quedé, porque al final siempre acababa cediendo.

¿Y sabes qué? Ahora no puedes retenerme. Ya no escucho tus palabras, ni veo tus lágrimas,ni me afectan tus mentiras. Ya no me importa que me apuntes con un arma, ni que la sangre salga de mi cuerpo por múltiples heridas que no puedo cubrir, ni siquiera que la vida se me vaya de entre las manos. No te pertenezco. Es una lástima que no pudiera irme con ella, pero es ganancia que no deba quedarme contigo.

Tal vez deba agradecerte que me mataras.

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