domingo, 29 de septiembre de 2013

Maldita cabrona

A veces le daba lástima. Verla ahí sola, sin sonreír, apenas recordando las palabras que hacía muchos años le había dicho. Le daba lástima haberla amado durante un breve instante, más por costumbre, obligación y soledad que por un verdadero sentimiento. Sentía feo estar cerca de ella y no soportarlo, recordar sus amenazas, sus cabronadas, que era una desgraciada.

Por eso la evitaba. Nunca la miraba, no a propósito. Y cuando por desgracia se topaban de frente, ya no bajaba la mirada asustada sino que la desviaba con una verdadera sensación de indiferencia. De todas formas seguía dándole coraje haber estado con ella tanto tiempo. Luego recordaba que todo pasa por algo. Sí, su ex era una maldita cabrona pero sin ella no estaría en la posición actual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario