martes, 3 de septiembre de 2013

Ellas



Ambas se encontraban acostadas en un sillón, como iguanas sobre el pavimento recibiendo los cálidos rayos del sol. Las dos se sumían en sus propios pensamientos y sueños, ilusiones y aspiraciones, y los protegían tan sagazmente que a nadie, tal vez sólo a un demente, se le hubiera ocurrido profanarlos. La verdad es que las mujeres son temibles cuando tienen que defender lo que más quieren.

Poco a poco, una de ellas se incorporó y, con mirada traviesa, volteó hacia la otra que parecía dormida pues tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos, como pidiendo un beso a gritos. Pensó que sería buena idea jugarle una broma, algo sin sentido, mínimo, que no tuviera repercusiones. Trató de no moverse mucho para no despertarla, para no arruinar su jueguito. Entonces se le ocurrió:

— ¿Por qué Ryoma?

Era una frase dirigida para ella misma, no para el viento ni para el sol, era para ella ya que ella era quien necesitaba una respuesta. De hecho, ya se lo había preguntado antes pero Sakuno nunca le respondía con oraciones completas, sólo se sonrojaba, bajaba la cabeza y emitía palabras sueltas, sílabas o pseudo frases sin sentido. Nunca podía acertar a decir, por lo menos, que era un niño bonito o que su actitud arrogante le atraía.

Recordó su malvado plan de dos pasos y se olvidó de Ryoma. Se levantó del sillón y se dirigió lentamente a la ventana, alzando mucho las piernas para evitar los ruidos fuertes. Se asomó a la ventana y volteó hacia todos lados, asegurándose de que nadie se acercara. Segundos después de haber realizado dicha acción, regresó a lado de Sakuno.

La miró fijamente por unos minutos, casi sorprendiéndose por su poca movilidad. Fue entonces cuando escuchó lo inevitable:

— To… moka.

La bella durmiente hablaba y decía su nombre. Tomoka se preguntó lo que soñaría en ese instante. Le alegraba saber que Ryoma se alejaba de sus pensamientos en sus momentos de más profunda intimidad e incluso se atrevió a aventurar un lejano pensamiento: Sakuno soñaba con ella.

Así que por fin se decidió y, con un movimiento rápido, juntó su rostro con el de la otra y rozó sus labios… Era un pequeño beso para una ocasión inesperada, nada que no hubiera pasado ya en este mundo y, probablemente, nada que no tendría una extendida repetición.

Entonces Sakuno abrió los ojos a toda prisa y se levantó como impulsada por un resorte. Su rostro se había tornado carmesí y un grito había violado el bello silencio en el que se encontraba sumida la habitación:

— ¡Tomo-chan! ¿Qué has hecho?

Tomoka hizo lo que más lógico le pareció: se encogió de hombros. Después, con voz zalamera, respondió:

— Era para que estuvieras lista cuando llegara el momento de besar a Echizen".

Sakuno sonrió, como agradecida. Y a partir de ese acto, la conversación giró alredor del genio de primer año durante horas y horas, hasta que anocheció y las amigas tuvieron que separarse.

¿Qué pueden hacer dos mujeres a solas? ¡Claro! Hablar de Ryoma Echizen.



Fandom: Prince of Tennis
Pareja: SakunoxTomoka

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