lunes, 22 de septiembre de 2014

Chispa

Contó con los dedos las veces que había captado esa mirada. Seis veces. Para ser un trayecto de media hora, estaba bastante bien. Se dijo que tenía una oportunidad, por más remota que fuera. Tomó la decisión de levantarse, con firmeza para no arrepentirse y con elegancia para causar una mejor impresión. Torpemente, más de lo que le habría gustado, llegó a la última fila del camión. Era complicado caminar cuando el vehículo estaba en movimiento, en un muy mal movimiento, pero lo logró ayudada de todo su aplomo.

Se sentó a lado de la joven delgada y sonriente cuya mirada había atrapado la suya ya 6 veces en ese recorrido. Se sonrieron, se miraron, se saludaron. Surgió una chispa cuando rozaron sus dedos para darse la mano. Y supieron que el amor se encuentra en los lugares más sencillos.

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