martes, 27 de agosto de 2013

Siempre



— ¿Por qué lloras? –preguntó la menor con un nudo en la garganta.

— Porque no podremos estar juntas siempre.

— Eso no es cierto.

— Claro que sí. Tú te casarás y tendrás hijos, entonces sólo podré verte una vez al mes y deberé convivir con tu esposo y saber que él me ganó tu corazón.

La menor bajó la mirada. Algunos de sus largos cabellos negros cayeron sobre su rostro golpeándola absurdamente para alejarla de la realidad, de la tan temida realidad. Por un momento, se le llenaron los ojos de lágrimas e incluso pensó en llorar. Sin embargo, rápidamente cambió de opinión: si ella también lloraba, nunca arreglaría nada.

— No me voy a casar –dijo después de un rato mientras comenzaba a acariciar lentamente el rubio cabello de su hermana—. No me voy a ir, nunca.

Y a pesar de todo, su hermana seguía llorando. ¿Por qué? ¿Tan malo era el destino para ellas? ¿Es que nunca podrían estar juntas? ¿No podían luchar por lo que tanto querían…?

— No podemos estar juntas y yo te quiero demasiado –continuó la mayor disminuyendo un poco su llanto.

Sí, ella también quería a su hermana, la quería tanto que ya muchas veces se había preguntado si ese cariño, si ese amor, era simplemente filial o si había algo más. Después de tanto tiempo, ya había decidido que había algo más, aunque esto no fuera bueno, aunque todos lo desaprobaran y lo señalaran con el dedo.

— Yo no me separaré de ti, aunque todos quieran que lo haga. ¿Tú me dejarás? –preguntó la joven de cabello negro.

Su hermana cerró los ojos y la abrazó. Así todo se sentía bien, todo cambiaba y ambas lo sabían.

— No, trataré de no hacerlo. Pero tengo miedo. ¿Quién nos comprenderá?

— Nosotras, así no necesitaremos nada más.

Era fácil decirlo. La realidad no era ya tan fácil. Sabían que se enfrentarían a muchos problemas y, el primero, sería tener que confesar su amor, no sólo al mundo, sino a ellas mismas. Además, cuando sus padres se dieran cuenta de lo que en realidad pasaba… ¡No! Más valía no pensar en ello y concentrarse en el primer paso.

— Te amo –dijeron casi al unísono y, por primera vez en mucho tiempo, sus miradas se cruzaron y sus labios se juntaron, todo de una forma tan natural que parecía que siempre lo habían hecho.

Ahora faltaba luchar por lo que sentían y estar juntas… siempre.




Fandom: Candy Boy
Pareja: YukinoxKanade

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