domingo, 22 de junio de 2014

La amante

Le dije, le dije, te juro que le dije. Se lo restregué en la cara para que le doliera y tampoco funcionó. Le mostré una foto de nosotras, de lo felices que nos veíamos juntas, de aquel día que fuimos a comer ramen en la colonia Sur y de la ocasión en la que montamos a caballo. Incluso le enseñé fotos de ti, de tu cabello oscuro, largo, rizado, de tus ojos claros y grandes, de tus labios delgados...

Le dije que me hacías feliz, que mi único deseo era estar contigo. También le hice saber que nuestro matrimonio, sociedad de convivencia o el nombre que se le dé no estaba funcionando, no llevaría a ningún lado, no valdría la pena. Le juré que mi destino era estar contigo, con la amante, con la que llegó después para quedarse. Pero no me escuchó. Por eso te digo ahora que todo quedó fuera de mis manos.

Perdóname, creo que esto no servirá así. Gracias por el tiempo.

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