Mario se acercó a Peach como si por salvarla
se mereciera más que las gracias. Le hablaba de sus grandes hazañas y de cómo
había vencido a Bowser. Incluso osó decir que, de no ser por él, Peach habría
sido la sirviente, y tal vez algo más, de ese malvado villano. Claro, él era el
héroe, él y no Daisy.
El colmo fue que Luigi se acercara a ella como
si por ser princesa y estar sentada en una banca del castillo completamente
sola, tuviera derecho a algo más que una mirada de desprecio. Luigi intentó
hacerle la plática pero ella sólo se concentraba en el feliz plomero de rojo y
la amable princesa Peach.
Mas eso era lo normal. Era de esperarse porque
para eso las entrenaban en la
Academia: para ser princesas en apuros. Lo que fallaba en
toda esa escena era que quien las rescataba debía ser, si no príncipe, sí un
apuesto caballero. Y Mario era sólo un plomero inmigrante con bigote mal
recortado.
La sangre le hervía. Ella también había
derrotado a Bowser en una o dos ocasiones. Y, cuando fue su prisionera, en su
primer rescate, las cosas se habían movido a su ritmo y no al de Bowser. Si no
hubiera sido princesa, se habría largado de allí inmediatamente. Pero no, tuvo
que esperar a Mario.
Ya no lo soportó más. Ignorando las cámaras y
a los reporteros, se acercó a donde Mario y Peach estaban. Tomó a Peach por la
muñeca y se llevó a los jardines traseros del castillo, a una parte donde sólo
ellas tenían acceso. La besó salvajemente e hicieron el amor.
Al día siguiente, la
primera plana de los periódicos de Toadstool mostraría el rostro enojado de
Daisy, el sonrojo de Peach y la sorpresa de Mario. Y los titulares dirían:
“princesa Daisy celosa de atenciones de Mario para princesa Peach”. ¡Qué
estupidez!
Fandom: Mario World
Pareja: PeachxDaisy.
Pareja: PeachxDaisy.
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